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¿Estás pensando en alquilar una casa en el campo? No sería raro encontrarse con un anuncio que dijera:
“Casa de campo, tres habitaciones, cocina, comedor, lavavajillas, pequeño jardín, porche cubierto”.
Lo raro sería que ese alquiler costara un dólar a la semana.
Y eso es exactamente lo que cuestan muchas propiedades en zonas rurales con problemas económicos de Australia.
Todo lo que tienen que hacer los inquilinos a cambio de ese precio es llevar a sus hijos a los colegios locales y arreglar las casas o mantener el terreno de cultivo.
“Algunos pueblos rurales australianos ofrecen esta opción tan barata confiando en que así las familias jóvenes que se muden al lugar conseguirán que la población deje de disminuir y que los colegios sigan abiertos”, afirma Christine Weston, la mujer que se encarga del programa Rent-A-Farmhouse.
“La vida en el campo sigue resultando algo atractivo para muchas familias, pero no siempre le ven la viabilidad financiera”, dijo Weston al Daily Telegraph. “Estamos tratando de cambiar esto”.
Puede ser difícil cubrir los gastos diarios de la vida enlas zonas rurales, donde no es fácil encontrar trabajo. Así, eliminando la carga del alquiler, los creadores del programa esperan poder atraer a más gente al campo para que hagan los trabajos necesarios y que, gracias a ellos, los servicios municipales sigan funcionando.
Según la web del programa Rent-A-Farmhouse, algunas de las casas de campo necesitan reformas, mientras que otras necesitan a un cuidador de la granja o unas cuantas manos extra que trabajen en el cultivo.También hay localidades que solamente necesitan que haya más niños para que el autobús del colegio municipal siga funcionando.
“También las hay que necesitan todo eso al mismo tiempo”, dice Weston.
Un programa piloto de 2008 en Cumnock, que está a una hora de distancia de Sydney, consiguió que veinte familias se mudaran al bosque (así llaman en Australia a las zonas rurales), con varias propiedades que se alquilaban por un dólar a la semana (eran propiedades que necesitaban trabajo), siendo el precio de mercado entre 100 y 300 dólares a la semana. Tres años después, nueve de esas veinte familias siguen viviendo en lazona.
Tras el éxito de Cumnock, más de veinte localidades rurales han seguido el ejemplo.
“Ahora que los niños de la primera ronda de casas alquiladas por 1 dólar se están haciendo mayores, ha llegado el momentode que haya otra ola de residentes”, dice Weston.
Se inspiró en proyectos como Renew Newcastle, en el que una de las calles principales de la localidad se revitalizó alquilando los escaparates vacíos por una cuota mínima hasta que se consiguiera alquilar los locales a inquilinos quepagaran una renta normal. Otro proyecto, Evocities, ofrecía a las familias un incentivo de 10.000 dólares por mudarse desde Sydney hasta una de las otras siete ciudades de New South Wales.
No es una idea exclusivamente australiana.Weston piensa que el sistema de rentas bajas “puede ser un enfoque mundial pararepoblar y hacer crecer zonas rurales o ciertas regiones”.
Dijo que hay mucha demanda internacional (de países tan lejanos y dispares como Estados Unidos, India o Irlanda). Hace dos años, una familia se mudó desde Filipinas para beneficiarse de los precios de los alquileres del programa. También hay empresas canadienses, irlandesas y serbias que han pedido consejo para poder desarrollar el mismo tipo de programa en las zonas rurales de sus países.
“A la gente le gusta mucho vivir en espacios abiertos”, dice Weston. Tan solo es necesario hacer que la idea sea viable económicamente.
“No penséis que todos los jóvenes que dejan nuestros municipios van a volver”, dice Weston. “Tenéis la capacidad de cambiar esto, si tenéis una comunidad fuerte, un equipo motivado y un líder entusiasta.Todo es posible si se plantea de forma positiva”.
Fuente: Yahoo

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